viernes, 13 de marzo de 2015

¿ERES ADICTO(A) A LAS COMPRAS? ¡Descúbrelo aquí! 10 consejos para controlar el impulso

Hola de nuevo, y gracias por accesar a este tu blog. En esta ocasión conocerás un poco acerca de la adicción a las compras, que también es conocida como “oniomanía”, un trastorno donde predomina la necesidad de llenar un vacío emocional adquiriendo productos sin un fin de uso, haciendo un círculo vicioso que se convierte en obsesión.
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De vez en cuando es bueno darse el gusto de comprarse algo y sentir el placer de adquirirlo porque ahorramos para eso o porque nos quisimos dar un autoregalo. Sin embargo todos en alguna ocasión hemos adquirido alguna prenda, aparato, mueble, y demás artículos de los cuales terminamos arrepintiéndonos porque derrochamos mucho dinero y nos damos cuenta que no lo necesitábamos realmente.

Es necesario poner mucha atención y ver en qué momento traspasamos la línea,  pasando de darnos un gusto de vez en cuando, a convertir en un hábito comprar todos los días sin detenernos a pensar en porque lo estamos haciendo.

Chica nerviosa desesperada por comprar


Estas son algunas de las características de un COMPRADOR COMPULSIVO

-Exceso de cosas en su hogar: En el caso de las mujeres tienen un armario lleno con muchas ropa aún con etiqueta y sin usar desde hace meses o años. Predominan las bolsas, zapatos, adornos, y demás chunches. Pero los hombres tampoco se salvan, sólo que suelen inclinarse más por aparatos electrónicos, tecnológicos, figuras de colección, herramientas, etc. Ambos sexos suelen ser acumuladores de cosas de las cuales varias aún siguen en su empaque, pues siguen adquiriendo tantos productos que no hay tiempo para usar los que ya se tienen.

-Baja autoestima: Hay carencias emocionales y se busca compensarlas con cosas materiales que producen placer momentáneo y una vez pasado el efecto se vuelve a sentir la necesidad de tener más cosas. Así que si has escuchado a la gente decir que van de compras cuando se siente deprimida, simplemente busca evadir la tristeza a través de un producto, pero no erradicarla de lleno.

-Problemas familiares: Cuando las personas compran desmedidamente, ocasionan conflictos con las personas que conviven, pues como no están conscientes de los gastos terminan utilizando el presupuesto del hogar dejando a sus hijos sin colegiatura, a la esposa sin gasto o recibos sin pagar. Acaban discutiendo y empeorando el problema, porque se rehusan a aceptar otras posturas.

-Siempre justifica lo que compra: Cuando está por tener una nueva adquisición dice frases como: “lo necesito para esto”, “más adelante lo voy a ocupar”, “está a buen precio, no puedo dejar pasar la oportunidad”, entre otras.

-Le importa el qué dirán: Como es una persona carente de autoestima, necesita reforzarla continuamente por medio de comentarios como  “wow, que celular tan padre tienes”, “las películas en tu pantalla se ven increíbles” o “tú siempre estás a la vanguardia”. El sentirse halagado por los demás por tener lo último en la moda, la hace sentir importante y fortalece su ego.

-Cambia constantemente de productos: Este punto viene a reforzar el anterior, pues tienden a cambiar de modelo de celular, computadora y demás, sin necesidad de que el antiguo deje de servir, pues les interesa más encajar en un grupo social o destacar a través de poseer lo más “inn” y novedoso.

-Deudas al tope: Como no sabe establecerse un límite para comprar, termina saturando las tarjetas, pidiendo préstamos y al no poder cubrir los pagos acaba en buró de crédito o en el peor de los casos embargado (a).

-Presa fácil de rebajas: Es tres veces más propenso (a) que otras personas a caer en las trampas de las ofertas, pues compra sin pensar y difícilmente reflexiona sobre lo que se está llevando a casa, como ese pantalón con 20% de descuento que obtiene fuera de temporada de un estilo que no suele usar nunca y que terminará arrumbado en lo más profundo del closet.
¡TIPS PARA EVITAR COMPRAR IMPULSIVAMENTE!

Si te sientes identificado (a) con algunos de los puntos anteriores o conoces alguien que los presente, espero te sirvan los siguientes consejos. De otra manera si sientes que se va agravando acude o dile a la persona que vaya con un profesional que ayude a tratar el trastorno.

1.- Pregúntate si lo necesitas o es un capricho No digo que esté mal consentirse de vez en cuando, pero si sueles tener siempre una justificación cada vez que vas a comprar algo y el objeto termina arrumbado sin siquiera usarlo, es posible que estés adquiriendo algo por impulso. Hazte esta pregunta una y otra vez y relájate, la sensación cuando se adquieren cosas nuevas es agradable, pero más tarde viene el arrepentimiento y un golpe a tu bolsillo.

2.- Enfócate en otras actividades: Puedes divertirte sin necesidad de forzosamente tener que ir a un centro comercial de compras como un hábito para desaburrirte. Existe el deporte, las manualidades, las actividades recreativas y eventos gratuitos en los que puedes convivir y liberarte de esa obsesión.

3.-Planea tus compras de compromiso: Si piensas regalar algo por ser una fecha especial y quieres ver que puedes encontrar en las tiendas, antes de salir de tu casa define que es exactamente lo que quieres comprar y cuanto gastarás en ello. Eso evitará que termines llevando varias cosas o te desvíes hacia algo que te llamó la atención y te lo lleves.

4.-Haz un presupuesto: Antes de hacer tu próxima compra establécete límites, disciplínate en cuanto a gastos y sigue la pauta de lo que destinaste a cada cosa, como los gastos de la casa, pasajes, ahorro, etc. Entre más organizado esté tu presupuesto más te darás cuenta de cómo estás administrando tu dinero y en que lo estás gastando.

5.- Establécete metas: Si deseas juntar para ese auto o proyecto que quieres emprender que tanto has soñado, que esa sea tu motivación para decir ¡NO!, cada vez que vas a una tienda. Si tienes mentalizado por qué necesitas ahorrar verás más claro el panorama y no caerás fácilmente.

6.- Haz un pacto familiar: Si aprendes a hacer equipo con los que conviven contigo, será más fácil sentir el apoyo para mantenerte a raya. Nunca está de más tener un recordatorio de alguien de tu casa o incluso amigo que te diga: “Piensa bien si te vas a llevar ese abrigo, recuerda que estamos juntando para esas vacaciones en la playa”

7.- Opta por el efectivo: Así notarás más cuanto estás gastando. Muy diferente a solo pasar y pasar las tarjetas sin tener una idea de la cantidad que se derrocha porque no es tangible.

8.- Aprende de tus pérdidas: Si te has quedado sin dinero porque te diste cuenta que compraste algo de lo cual estás muy arrepentido (a), que no pase desapercibido, mejor tómala como una lección de vida en la que aprendiste a ser más reflexivo (a) y que te ayudará a decidir más asertivamente la próxima vez.

9.-Guarda la mayor cantidad de tu dinero y aléjalo de tu vista: Así evitarás caer en tentaciones y tener el impulso loco de correr a la primera oferta que veas.

10.- Deja un espacio para lo que te gusta: Tampoco te tienes que privar por completo de lo que te gusta, no puedes alejar el vicio de un trancazo pero sí de forma gradual. Por eso destina una pequeña cantidad con un límite definido para esa prenda u objeto que quieres. Trata de que esa compra no afecte tu economía y respeta lo que te has propuesto. Todo requiere esfuerzo y paciencia, pero al estar más consciente los deseos innecesarios, estos irán desapareciendo. Recuerda: “El equilibrio no se adquiere mecánicamente y de un modo inerte, sino a partir de la tensión y a causa de ella”.

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